domingo, 5 de septiembre de 2010

El Desnudo en la fotografía:“El cuerpo humano, una obra impecable”


En la historia de las artes plásticas, el cuerpo humano ha sido siempre una constante y uno de los temas preferidos por los artistas, pues el desnudo en si mismo, es una forma de arte, siendo éste abordado desde los más variados fines creadores. Desde la prehistoria se conservan gran variedad de piezas representativas de la fertilidad. En la Grecia antigua, el cuerpo era considerado la máxima creación de la naturaleza, en el Renacimiento, el hombre era el centro de todas las cosas, esto nos lleva a afirmar, que el desnudo ha estado presente desde las épocas más remotas hasta hoy.
A través de la fotografía se puede ingresar al espacio humano y al entorno en el que vive, se pueden descubrir elementos que nos indican los cánones de belleza que rigen a una sociedad en una época determinada, nos dan una visión acerca de la relación, igualdad o desigualdad entre hombre y mujer, sobre la moralidad y costumbres de los pueblos, pero sobretodo, permite captar la belleza de las formas.
El desnudo en el arte fotográfico, es uno los temas más admirados, polémicos y exigentes, pues el desnudo no es solo tomar una imagen, es mucho más que eso, es percibir e interpretar la belleza del espíritu, es captar un cuerpo que disfruta de si mismo y que lo comparte, el desnudo es simbolismo y realismo, es el origen del ser y de la vida. Esa imagen libre de ropas, expone su máxima belleza, recordándonos que Dios como artista sublime, nos regala una obra impecable, guardada en cada fibra y trozo de piel que se expone al natural.

La fotografía del desnudo artístico, es una disciplina que debe realizarse con una gran responsabilidad y respeto, tanto para el o la modelo, como para el espectador, el mensaje no ha de ser ofensivo, pues el objetivo es transmitir imágenes donde las curvas, la luz, las sombras, el volumen y texturas alcancen a producir una imagen fascinante que permita que la imaginación descubra libremente el contenido total de la obra. El desnudo como medio de expresión poseerá un valor universal y eterno, solamente si los artistas de la fotografía se apoderan de la forma humana, la toman y la describen, con total pulcritud y estética, porque el cuerpo humano atrapa en silencio el sueño que se esconde en los sentidos.

Definitivamente, si hay algo que expresa sentimientos y sensaciones, es el cuerpo desnudo, éste nos proporciona y transmite un sinnúmero de emociones y sentimientos: armonía, tristeza, pudor, energía, éxtasis, calma, desespero, soledad, felicidad, placidez, humildad, sosiego, todo menos indiferencia.

domingo, 27 de junio de 2010

A TAL CASA, TAL ALDABA: Golpes del pasado

Con un silencio que sonaba a compañía eterna, Don Eustorgio frotaba los estoperoles de bronce y las aldabas con cara de león. Al escuchar el sonido del viento que a lengüetazos aliviaba el sopor de la una de la tarde, secó de su frente dos gotas de sudor llenas de sal marina, de esa que se le impregnó en la piel cuando en la mañana enfrentó al mar y al horizonte para preguntarles el futuro de ese día. El mar no le contestó sus preguntas, pero él sabe que el que calla otorga. Se levantó despacio, el único sonido era el crujido de sus articulaciones que se comportaban igual que las aldabas de su colección. Las chancletas se levantaron con él, caminando lento, rozando las baldosas de colores, mientras Don Eustorgio recorría las paredes húmedas de su habitación, tapizadas de estoperoles y aldabas coloniales. Vicio, ja! Dicen que es un vicio, y a ellos qué les importa? Si supieran cuánto saben, cuántos secretos guardan!. Esto pensaba mientras miraba fijamente una aldaba con forma de dragón con un gran aro en su boca. Sabrán ellos cuántas veces sentiste el fulgor de amores clandestinos y oscuros? Tu eras el encargado de llamar al amor! Solo hoy los difuntos son los testigos de tu complicidad. La puerta se abre lentamente, dejando pasar a Fulgencio, su gato rayado y quien siempre se sentaba a esa hora a escuchar la misma historia, día tras día. Fulgencio, ven aquí, mira ésta, te gusta? Esta anunció grandes triunfos en la casa de Don Emiro Del Toro, como cuando fue nombrado gobernador de la ciudad; y ésta, ésta recibió golpes rápidos y ansiosos cuando al final de la tarde con gran ansiedad llegaba a visitar a mi dulce Catalina, y qué te parece aquella? En mis oídos aún retumban los golpes secos anunciando la muerte de Don Benito...míralas, todas anunciaron alegrías, tristezas, pasiones atoradas en la garganta. Sabes Fulgencio cuál es el origen de las aldabas? Fueron los árabes, quienes inicialmente colgaron estos maravillosos utensilios en la entrada de sus casas para llamar a sus habitantes; la palabra era “addabba”, que significaba lagarto, por su forma parecida a ese animal. La conocemos como aldaba, pues se “castellanizó”. Si, éste es uno de los legados de nuestro pasado. Mira, en los siglos XIV y XV, las bañaban en oro, tallaban en plata, las repujaban o le hacían incrustaciones de piedras; por la aldaba de la puerta, te dabas cuenta de la posición económica de la familia y su importancia. En América, durante el siglo XVIII, se fundieron una gran cantidad con miles de formas y estilos. No, ellas no pueden morir en la quietud de una puerta, esperando, mirándonos en silencio, sobrellevando la débil arrogancia de los modernos artilugios. Ayer tan útil, hoy tan olvidadas! Ellas golpean nuestra memoria! Sintió de repente una gran desesperación, en su mente se anidaron los recuerdos, Fulgencio se dio cuenta que la sesión de ese día había terminado, y sigilosamente se deslizó por la línea de luz vertical de la puerta, mientras Don Eustorgio masticaba con sus dientes desgastados, sus recuerdos. A las seis de la mañana en su rostro inmóvil estaba dibujada una sonrisa, su mano derecha levantada y en las pupilas de sus ojos un gran portón con una brillante aldaba y su hermosa Catalina.

viernes, 25 de junio de 2010

LA CORONACIÓN: Fin y principio de un cuento de hadas

La ceremonia comienza con algo de retraso, pero la espera siempre vale la pena. El escenario se encuentra lleno de luz y de color, las candidatas se estremecen de emoción y nervios, es el final de muchos ajetreos, pero también el principio de otro camino. Ha llegado el momento más esperado, la noche de la coronación, el anuncio de la ganadora, la que finalmente levantará su mano sonriendo, la que saludará a su pueblo sosteniendo la corona con un ligero temblor, luciendo un perfecto equilibrio, al compás de las ovaciones. Es la reina, lo merece! días y días de preparación, sin derecho al cansancio. No ve nada, las lágrimas y las luces la enceguecen. Mañana verá claramente un futuro, podrá ver y vivir la realidad. Sus pies se bajarán de los tacones y podrá recorrer nuestra tierra y sentirla.
¡Aplausos para la reina! ¡Las fiestas han terminado!

ESPACIOS QUE NUNCA MUEREN

La arquitectura es poesía concreta, logra captar lo que flota en el aire del lugar, para sintetizarlo en una construcción habitable y funcional, logrando así guardar por siempre, las características de una cultura, un momento y una sociedad. Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que la arquitectura es la mejor oradora de la historia, a través de ella, tocándola, podemos develar secretos y recuerdos de pueblos y ciudades. Es por esto, que la recuperación del Centro Histórico de Cartagena de Indias y de sus bienes inmuebles, es un recurso muy importante para el desarrollo local y su identidad cultural, pues hoy por hoy, no es solo un testigo mudo de su pasado, arrastrando su historia como un sonámbulo, sino que está actuando aquí y ahora, renovando y transformando la ciudad, sin limitarse solo a los aspectos urbanísticos y arquitectónicos, está afectando todos los ámbitos sociales y económicos. Es por esto, que para los profesionales encargados de la conservación de nuestro patrimonio, el enfrentar el compromiso de una nueva obra en el casco antiguo, representa una enorme responsabilidad, pues cuando el arquitecto se enfrenta al reto de un espacio libre, sin épocas ni momentos preestablecidos, el amor se adquiere poco a poco, línea tras línea en un plano, pero cuando ya ese sueño y ese ser están vivos, ese amor y ese entendimiento necesitan traducirse e interpretarse, es entonces cuando hablamos de restaurar.... hermosa y delicada palabra, que encierra el gran reto de enfrentarse a miles de piezas usadas, corroídas y curtidas de experiencias; es en ese momento, cuando el arquitecto debe tener una perfecta y pulcra visión interna de lo que representa el tiempo y el espacio que afronta. Debe expresar sentimientos marcados por reglas, traduciendo ideas, pensamientos y técnicas, convirtiéndolas en resultados prácticos, funcionales y a su vez, en lugares dignos, compartiendo sin discutir, dos verdades vivas de esos espacios: la técnica y el arte. Poder percibir, concebir y finalmente hacer y transformar toda esa esencia, ese espíritu latente de un espacio lleno de rezagos, sudores, pensamientos, vidas y sentimientos y lograr recuperar áreas tocadas, acostumbradas a un trajín diferente al que le será encomendado desde ese momento. Es precisamente, esa perfecta comunión del arquitecto con su obra, la que nos brinda resultados como los que hoy podemos disfrutar, en diferentes construcciones restauradas en nuestro corralito de piedra.
El arquitecto solo logrará llamarse arquitecto, cuando al finalizar su labor, pueda mirar de frente, con orgullo y sin vergüenza, su obra y pueda finalmente conversar con ella y brindarla a la sociedad, con nobleza y señorío. Así, éstos serán espacios que no morirán, espacios eternos, espacios que el sol, la sal y el uso, fermentarán.

SURCANDO EL MAR

Navegación a vela: “Canto al viento y a la mar”

La mano de la naturaleza y la mano del hombre, nos llevan a vivir sueños de gaviotas y delfines que galopan impetuosos, llenos de valentía, abriendo el camino de la ruta marcada por estos aguerridos y aventureros barcos veleros que surcan los mares, cantándole al viento y al mar, las melodías recogidas en cada puerto, actuando como sembradores en el agua, labrando las olas e hincando raíces que amarran fuertemente al hombre de corazón marinero, ese que no sucumbe ante la firmeza de la tierra, el que entiende y toma ese hilo intangible del viento, y con el cual logra tejer su existencia. Ese que doblega, conquista y somete la fuerza de la mar y sus cómplices.

Es ese sonido del viento, el que al encontrar las velas en el infinito, nos regala acordes que a veces son latigazos despiadados, y a veces suaves caricias, dejándonos ver y entender cuántas caras, cuántos sentimientos y momentos nos pueden brindar el agua, el viento y las velas. Tres maravillosos elementos que unidos, le regalan al hombre una aventura única y eterna.

ORÍGENES DE LA AVIACIÓN COLOMBIANA

Uno de los eventos más importantes ocurridos en nuestro país en el Siglo XX, fue la constitución de la sociedad colombo-alemana de transporte aéreo: SCADTA. Un 5 de diciembre de 1919, los señores: Werner Kammerer, Albert Tietjen, Stuart Hosie, Ernesto Cortissoz, Jacob Correa, Rafael Palacio y Arístides Correa, firmaron la escritura de constitución de la empresa, iniciando así, un largo y fundamental capítulo para la historia y desarrollo de nuestro país. En octubre de 1920, SCADTA comienza a operar.
Para SCADTA los momentos que se vivían en el mundo, fueron propicios para su casi inmediato éxito: acababa de finalizar la 1ª guerra mundial, la cual dejaba inactivos a un numero considerable de pilotos con mucha experiencia, el deseo de Alemania de establecer relaciones comerciales con América Latina, y la poca o nula existencia de infraestructura de transporte terrestre en nuestro territorio. Pero para estos aguerridos pioneros, no todo fue color de rosa, al llegar a Colombia los primeros aviones, se dieron cuenta de que la gasolina que se usaba en Alemania era diferente a la nuestra, ocasionando esto, junto a las altas temperaturas de la costa, que los motores se recalentaran. Es ahí donde nuestra mente criolla y recursiva hace alarde de su ingenio, se adaptan radiadores de automóviles, y se acomodan repuestos locales para que las naves pudieran elevar su vuelo. Si para nosotros hoy en día, no es muy confiable volar, en ese momento eso era una gran aventura, pues cada vez que se presentaba una falla mecánica, el comandante acuatizaba, los pasajeros esperaban, mientras el mecánico realizaba las “reparaciones”, con la nave amarrada a orillas de los ríos, de esa misma forma recargaban combustible, el cual estaba a su disposición en cubos ubicados estratégicamente, cada cierto número de kms. Es importante mencionar que fueron los alemanes de ese momento, quienes le dieron a los colombianos, con SCADTA, las alas que aún hoy conservamos con el nombre de Avianca. SCADTA contaba en sus inicios con cuatro hidroaviones para 4 pasajeros, dos más grandes de 6 pasajeros y dos super-hidroaviones de 8 pasajeros.
Gracias a la compañía SCADTA, la Fototeca Histórica Cartagena de Indias cuenta con un valioso archivo fotográfico de imágenes aéreas de nuestra ciudad.

EL MUELLE DE LA BODEGUITA

Este muelle fue bautizado por los cartageneros como Muelle de la Bodeguita, a finales del S. XIX, por encontrarse en él una edificación de esas características, construida por la compañía que estableció el ferrocarril de Calamar.

Desde principios de 1900 hasta 1977, se utilizó como Muelle Municipal desde donde atracaban y zarpaban diferentes embarcaciones, transportando víveres y mercancía a diferentes zonas de la región, dada su cercanía con la Plaza de Mercado de Cartagena.

Hacia los años veinte, el lugar fue intervenido y arreglado, colocándole barandillas y las populares esculturas de los pegasos, conociéndose desde entonces ese tramo, como “El Muelle de los Pegasos”.

Hoy en día el Muelle ha sido rescatado dentro del proyecto Transcaribe, ofreciéndonos un nuevo panorama, y donde funciona el embarcadero turístico de manera controlada y organizada.