La mujer es un ser inmortal, las mujeres de ayer, las de hoy y de mañana. A los 40, los 50 o más, no eres una anciana, no estás en el declive de la vida, empiezas a disfrutarla desde otra perspectiva. Es cuando tu seguridad y la aceptación de ti misma llegó a su plenitud, te conoces perfectamente, estás consciente de tus virtudes y defectos, pero sobre todo tienes la experiencia suficiente para vivir con ellos. Sabes hacerte valer y sabes darte tu lugar y ganarte el respeto de todos. Decides si esto o aquello te hace feliz, y si no, simplemente pasas a otra cosa. Tienes a tu disposición mil y un avances tecnológicos y científicos para hacer tu vida más cómoda y sin complicaciones. Y sobre todo, te dedicas tiempo a ti misma, te consientes y te mimas.
En este período han pasado las privaciones, sacrificios (no preocupaciones) de la maternidad, ahora podemos vivir plenamente con nuestra mente y nuestro cuerpo. Buscar nuevos horizontes, ya con la experiencia del camino recorrido, pisando fuerte, firme y con gran seguridad. Hoy las mujeres de más de 4, 5, 6... décadas, estamos llenas de ímpetu, pasión, valor, ganas de hacer cosas, cargadas de una vital actitud. Somos médicos, cajeras, obreras, arquitectas, científicas, intelectuales, amas de casa... casadas, separadas, solteras, madres , hijas, hermanas, nietas, abuelas, esposas, amigas, amantes... Somos mujeres apetecidas, marcadas con las huellas que nos deja la experiencia, pero en perfecto estado de revista, somos lindas!. Necesitamos lentes para leer, pero no para vivir, pues la visión de nuestra mente está más clara que nunca, porque nos vemos como somos realmente. Así, como nos ven ustedes en estas imágenes....... con el físico que nos merecemos y que nos hemos labrado. Aquí estamos porque nos amamos, amamos y deseamos que nos amen. Pensamiento sincero del S.XXI.
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